José María Valverde
VSTOPNI PSALM
Gospod, ni te z menoj, čeprav te kar naprej imenujem.
Tam si, med oblaki, kamor ne seže moj glas.
Četudi se občasno pojaviš kot sonce po dežju,
so noči, ko komaj zmorem pomisliti, da obstajaš.
Ti si mesto na oni strani gora.
Ti si oddaljeno morje, ki ga včasih ni moč slišati.
Ni te v meni. Čutim tvojo črno brezno,
ki me kot lačna usta od znotraj požira.
In zato te imenujem, Gospod, nenehno,
in zato vse stvari nosim k tvojemu imenu.
Dajem jim širino in dolžino Tebe.
Če bi bil ti z menoj, bi govoril o stvareh,
samo o stvareh, preprostih in golih;
o nebu, o vetru, o ljubezni in bolečini.
Kot srečni zaljubljenec, ki pravi: “Glej,
kakšna ptica, kakšna vrtnica, kakšno sonce, kako čist večer”,
in zapazi tako v luči teh imen svojo ljubezen.
Ampak ne. Ti mi manjkaš. In zato te imenujem.
V gozdu te zasledujem za vsakim deblom.
Iščem te v temotnih vodnih globinah.
Oh, stvari, umaknite se, dajte mi vendar njegovo navzočnost,
ki jo skrivate v vaših temnih nedrih.
S tvojim železom zaznamovan blodim po nižinah,
zapuščen, nekoristen, kot samotna ovca...
Božji človek mi je ime. Vendar brez Boga bivam.
- iz zbirke Hombre de Dios, 1945; prevod B.C.; spodaj izvirnik v španščini
- foto: B.C., Raduha z Olševe
Salmo inicial
Salmo inicial
Señor,
no estás conmigo aunque te nombre siempre.
Estás
allá, entre nubes, donde mi voz no alcanza,
y si a veces resurges, como el sol tras la lluvia,
hay noches en que apenas logro pensar que existes.
y si a veces resurges, como el sol tras la lluvia,
hay noches en que apenas logro pensar que existes.
Eres
una ciudad detrás de las montañas.
Eres
un mar lejano que a veces no se oye.
No estás dentro de mí. Siento tu negro hueco
devorando mi entraña, como una hambrienta boca.
No estás dentro de mí. Siento tu negro hueco
devorando mi entraña, como una hambrienta boca.
Y
por eso te nombro, Señor, constantemente,
y
por eso refiero las cosas a tu nombre,
dándole latitud y longitud de Ti.
Si estuvieras conmigo yo hablaría de cosas,
de cosas nada más, sencillas y desnudas,
del cielo, de la brisa, del amor y la pena.
Como un feliz amante que dice sólo: “Mira
qué pájaro, qué rosa, qué sol, qué tarde clara”,
y vierte así en la luz de los nombres su amor.
dándole latitud y longitud de Ti.
Si estuvieras conmigo yo hablaría de cosas,
de cosas nada más, sencillas y desnudas,
del cielo, de la brisa, del amor y la pena.
Como un feliz amante que dice sólo: “Mira
qué pájaro, qué rosa, qué sol, qué tarde clara”,
y vierte así en la luz de los nombres su amor.
Pero
no. Tú me faltas. Y te nombro por eso.
Te
persigo en el bosque detrás de cada tronco.
Te busco por el fondo de las aguas sin luz.
¡Oh cosas: apartaos, dadme ya su presencia
que tenéis escondida en vuestro oscuro seno!
Marcado por tu hierro vago por las llanuras,
abandonado, inútil, como una oveja sola…
Hombre de Dios me llamo. Pero sin Dios estoy.
Te busco por el fondo de las aguas sin luz.
¡Oh cosas: apartaos, dadme ya su presencia
que tenéis escondida en vuestro oscuro seno!
Marcado por tu hierro vago por las llanuras,
abandonado, inútil, como una oveja sola…
Hombre de Dios me llamo. Pero sin Dios estoy.